Aves rapaces adiestradas para alejar a las cotorras
Las cotorras, especialmente las cotorras argentinas, se han convertido en un problema en muchas ciudades. Esta especie invasora llegó a España como animal de compañía. Muchas personas las adquirieron porque eran bonitas y simpáticas pero descubrieron a posteriori lo ruidosas que podían resultar, por lo que acabaron abriendo las jaulas y dejándolas volar. Mientras que otros pájaros en esas condiciones no sobrevivirían, las cotorras han logrado adaptarse y convertirse en una verdadera plaga en diferentes puntos de nuestro país.
Se barajan varias opciones para poder evitar que estos animales se adueñen de los espacios verdes de las ciudades, causando muchas molestias a los vecinos debido al ruido que producen. La más efectiva es la caza con perdigones, pero dada su crueldad y lo impopular que esta medida resulta, se ha descartado. Tampoco es muy popular la caza con red, puesto que el fin último también es la muerte de los ejemplares capturados.
Las rapaces, como elemento disuasorio
Por eso se ha recurrido a dos medidas que han demostrado ser muy efectivas y, a la par, no resultan tan crueles para estos animales. La primera de ellas consiste en eliminar sus huevos. Sin huevos no hay nuevas generaciones de cotorras o, al menos, se consigue que no aumente su número de la manera en que lo hace.
Por eso, cada primavera, en la época de puesta, en muchas ciudades hay campañas para retirar los nidos o los huevos de estas aves. Es un trabajo que hay que realizar año tras año y que debe de hacerse de modo muy meticuloso para lograr que nazcan el menor número posible de ejemplares.
La segunda medida es el empleo de aves rapaces como elemento disuasorio. Y es que uno de los motivos por los que las cotorras están en las ciudades es porque no tienen ningún depredador que acabe con ellas. Las aves rapaces son depredadores naturales de estos pájaros.
Sin embargo, no se trata de soltar a las aves rapaces para que se alimenten de las cotorras, solo para que estas perciban en peligro y se vayan de los núcleos urganos hacia zonas en las que no resulten tan molestas.
Combinando el vuelo de aves rapaces programado cada poco tiempo con la eliminación de los nidos, se podría controlar esta plaga que está siendo un serio problema en muchos lugares y que dificulta mucho el descanso de los vecinos y la limpieza de los espacios públicos.