El plomo continúa envenenado a las aves rapaces en todo el mundo
El problema de envenenamiento por plomo es común en las aves rapaces. Los perdigones que los cazadores dejan en los cuerpos de los animales son los responsables de este problema. Cuando los cazadores salen a cobrarse sus presas, muchos animales escapan heridos y mueren más tarde, siendo devorados por las aves carroñeras. Estas, al comer la carne de los cadáveres ingieren también los proyectiles que tienen el plomo y que envenena su sangre.
Los últimos en dar la voz de alarma han sido los activistas de Botsuana. En este país hace ya tiempo que están prohibidos los safaris de caza en los terrenos públicos, pero siguen llevándose a cabo en terrenos privados. Los cazadores, una vez que se cobran la presa y tienen su trofeo abandonan el cuerpo que es devorado por los buitres.
El problema es que en las zonas privadas en las que se llevan a cabo este tipo de cacerías hay abundancia de comida y por eso, las aves carroñeras acuden en grandes cantidades y se acostumbran a alimentarse en esa área. De este modo, comen exclusivamente carne procedente de la caza que está envenenada con plomo.
Los cazadores furtivos, una amenaza para las aves rapaces
Otro de los problemas con los que se encuentran estos buitres es con los cazadores furtivos. Las aves saben que cuando hay cacería hay comida y por eso se han acostumbrado a seguir a los cazadores sobrevolando la zona en la que actúan.
Esto ha hecho que muchas veces, los furtivos son detectados por la presencia de los buitres en el cielo. Para evitar esto, estos ilegales están llevado a cabo un macabro plan. Matan a un animal y envenenan su cuerpo con grandes cantidades de plomo dejándolo para que los buitres lo devoren, se intoxiquen y mueran.
De este modo, les queda el campo libre para actuar y poder llevar a cabo sus delitos sin ser delatados por el vuelo de los pájaros.
Los buitres que comen plomo de manera habitual, aunque no sea en las sobredosis que les causan los furtivos, presentan un gran riesgo de muerte. Pero incluso los ejemplares que sobreviven tienen problemas de salud y en muchos casos resultan ser estériles, lo que amenaza su reproducción y, por tanto, la supervivencia de la especie que podría verse amenazada.
Un problema que ahora se ha denunciado en este país africano pero que es una constante en todo el mundo.