Un curioso experimento con aves rapaces (II)


La gente que contemplaba a las aves rapaces a través de las cámaras comenzó a implicarse cada vez más con ellas. Entre las aves rapaces es común que un huevo rompa antes que el resto y que el pollito que sale actúe contra el resto de los huevos a fin de asegurarse los recursos.


También ocurre con relativa frecuencia que una madre se vuelva violenta con sus polluelos y se niegue a alimentarlos e incluso los devore. En ocasiones, esto puede ser debido a que ve que es imposible darles de comer por escasez de alimentos, pero otras veces actúa sin una explicación racional a nuestros ojos.


Ante estas actitudes la gente comenzó a pedir primero y a exigir después actuaciones por parte de los responsables de los nidos argumentando que desde el momento en que se ponía una cámara y se conocía lo que estaba sucediendo era su obligación intervenir.


Algunas personas llegaron al terreno personal, enviando mails con insultos a los responsables en los que los calificaban de malas personas o de gente sin corazón, llegando a decir que eran lo peor del ser humano.


En una ocasión y vencido por la presión, uno de los responsables de un nido cedió y alimentó a unos polluelos que se morían de hambre. Acto seguido desconectó la cámara para evitar que siguieran las presiones.


Curiosamente, al hacer esto, los espectadores que seguían con tanta atención dicho nido comenzaron a fijarse en otros y no fueron demasiados los que se interesaron por la suerte de los polluelos una vez que la cámara dejó de transmitir.


Tras unas imágenes en las que se veía como un águila alimentaba a sus pequeños con un gatito que había cazado, las iras de los espectadores se desataron y se optó por desconectar muchas de esas cámaras.


En otros casos, se incluyeron mensajes en los que se explicaba que podrían verse escenas de gran crueldad si se optaba por seguir en directo lo que sucedía en el nido. Incluso dejaron de poner nombres a los pájaros para evitar que se estableciera un vínculo emocional demasiado fuerte.


Los científicos continúan afirmando que no se debe de actuar en lo que sucede en la naturaleza, que ellos solo actúan cuando es la mano del hombre la que causa los problemas. En este caso, opinan, no se trata de un problema de la naturaleza, sino de la manera en la que entienden la naturaleza algunas personas.


En cualquier caso, un tema que invita a reflexionar.


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