Los tendidos eléctricos matan a las águilas perdiceras en Murcia

El progreso humano está suponiendo un serio problema para muchos animales, entre ellos las aves rapaces. En muchos casos, sus lugares habituales para anidar y cazar se han visto muy reducidos o incluso han desaparecido debido al avance del ser humano, pero otras veces, sin llegar a desaparecer, el ecosistema de las aves se ve seriamente afectado.


Esto es lo que está ocurriendo en Alhama, en la provincia de Murcia, donde ya son varias las águilas perdiceras que han sido encontradas muertas debido a posarse en los cables de alta tensión. El último ejemplar muerto ha sido encontrado a finales de año, pero ya son varios los que han podido recogerse en los últimos tiempos.


El águila perdicera es un animal considerado vulnerable, ya que se trata una de las aves rapaces que más ha descendido en población en los últimos años, lo que hace más preocupante la noticia.


En las últimas décadas, esta ave ha desaparecido casi totalmente de la meseta norte de nuestro país. En Castilla y León se calcula que pueden quedar tan solo 15 parejas de águilas y su población en Cataluña y Valencia, los lugares donde más abundaba, se ha visto reducida incluso en un 50 % en algunas zonas.


Los tendidos eléctricos se han convertido en la segunda causa de muerte no natural de las águilas perdiceras tras la mortandad causada directamente por el hombre, mediante el envenenamiento o la caza ilegal.


A esto hay que sumarle que la escasez de caza hace que resulte muy difícil que se puedan reproducir, ya que a duras penas logran alimentarse a sí mismas, para cuanto más lograr sacar adelante a sus crías.


Desde las asociaciones de carácter ecologista se ha solicitado en numerosas ocasiones a los gobiernos y a las compañías eléctricas que trabajen para modificar aquellos tendidos eléctricos considerados más peligrosos, haciéndolos más seguros para las aves e impidiendo de este modo que se electrocuten.


En algunos lugares ya se han puesto en marcha programas conjuntos para mejorar los tendidos, pero todavía es mucho el trabajo a realizar para conseguir evitar que se sigan produciendo estos accidentes que no solo afectan al águila perdicera, sino también a otros muchos tipos de pájaros en la península y en otros países.


Imagen: "Aguila perdicera" by Paco Gómez from Castellón, Spain - Aguila perdicera. Licensed under CC BY-SA 2.0 via Wikimedia Commons


Parahawking: La experiencia de volar con aves rapaces

Desde siempre el hombre ha soñado con emular a las aves y surcar los cielos. De esa fascinación nace, posiblemente, la admiración y el amor que muchos sentimos por las aves rapaces. Una especie de envidia sana porque ellas pueden hacer eso que nosotros anhelamos.


Los vuelos en parapente son una de las maneras más extraordinarias de vivir la experiencia de vuelo. Con el parapente podemos sentir durante un rato el placer de dejarse llevar por corrientes de aires y pasear por el cielo, viendo la tierra del modo en que lo haría un pájaro.


Con el parapente se aprovechan las corrientes de aire de un modo similar al que emplean las aves para volar empleando la menor energía posible. Por eso, no es poco habitual que en los lugares en los que se dan mejores condiciones para la práctica de este deporte haya también rapaces.


El nacimiento del Parahawking


Esto es lo que le sucedió a Scott Mason, un amante del parapente que practicaba su afición en Pokhara (Nepal). Pudo ver que a su alrededor volaban aves como alimoches o halcones Harris y que las condiciones para observarlos eran realmente inmejorables.


Mason se dio cuenta de las grandes posibilidades que tenía delante y comenzó a entrenar a varias aves para que se posaran sobre él durante el vuelo. Una vez que consiguió su objetivo, el paso lógico fue organizar vuelos en parapente para turistas.


En un tándem, un monitor vuela con el cliente y juntos observan a las aves volando en libertad y consiguen además que algún ejemplar se acerque para posarse en el guante del instructor.


Una experiencia posible en España


Este modo de disfrutar de la naturaleza nació en el año 2001, pero tardó casi una década en llegar a España. Aquí asomó de una manera tímida, pero poco a poco ha ido ganando más adeptos y aunque por ahora se trata de una práctica poco conocida a nivel general, donde se promociona acaba teniendo éxito.


Es posible vivir esta experiencia en diferentes puntos de España, ya que se organizan vuelos y excursiones a puntos donde se dan las mejores condiciones para poder ver a estas aves en libertad y disfrutar del placer de que las águilas amaestradas se posen sobre el guante del instructor para poder contemplarlas de cerca.

 

Imagen cortesía de Scottmason2312 (Own work) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)


Exhibiciones de aves rapaces en Oasis Park

Los parques en los que se exhiben animales son siempre motivo de controversia entre los que ven en ellos una forma de conservación de la naturaleza que permite incluso mantener a salvo a determinadas especies y los que los consideran auténticas cárceles de animales incluso si se producen las mejores condiciones para su vida en cautividad.


El debate está abierto en la sociedad y del mismo no está exenta la práctica de la cetrería. Mientras que algunos la defienden del mismo modo que otras personas poseen otro tipo de animales, hay voces que afirman que estos animales son salvajes y no deberían de estar en cautividad.


El cualquier caso y dejando a un lado estas polémicas, el Oasis Park es un lugar en el que no solo se cuida a los animales que allí viven, sino que se llevan a cabo labores totalmente altruistas de conservación y recuperación de flora y fauna de la zona.


Especies autóctonas que se encuentran heridas o en circunstancias que les impiden la vida en libertad, son llevadas a este parque para su recuperación y posterior puesta en libertas siempre que esto sea posible. Esto se realiza en colaboración con los agentes del Seprona en Fuerteventura.


Aves rapaces volando sobre el anfiteatro


Entre las actividades ofrecidas en Oasis Park destacaremos la que más nos interesa en esta página: una exhibición de aves rapaces que tiene lugar dos veces al día y a la que a menudo acuden estudiantes de la zona.


El público se sitúa en un anfiteatro que permite contemplar el espectáculo de aves desde una posición cómoda y que facilita ver a las aves desde todos los ángulos, disfrutando de sus vuelos y de la rapidez de sus descensos.


Estudiantes y otros curiosos se encuentran con una oportunidad única para ver volando en libertad aves como águilas, búhos reales, buitres, halcones o lechuzas que despliegan sus alas a muy poca distancia del espectador.


Para la mayoría de estas personas, distinguir en pleno vuelo unas especies de otras es bastante complicado pero gracias a las explicaciones de los monitores y especialistas encargados de las aves podrán adquirir unos conocimientos básicos que les permitirán diferenciar al menos a las principales aves de la zona.


La exhibición tiene un marcado carácter didáctico fácilmente comprensible para todo el mundo. Los que no tienen conocimientos sobre aves rapaces podrán saber algo más sobre estos magníficos animales, mientras que aquellos que ya tienen afición por el tema pueden disfrutar viendo a estas aves volar a pocos metros de sus cabezas.


Imagen extraída de la Web de Oasis Park

Lo ancestros de las rapaces: Águilas devoradoras de hombres

Si has visto películas como "Cuando los dinosaurios dominaban la tierra" seguramente habrás sentido más de un escalofrío al pensar qué podría haber sentido un hombre primitivo ante la visión de esos animales gigantescos.

Si bien se cree que los hombres y los dinosaurios nunca han convivido (no sería prudente afirmar nada pues estos estudios pueden cambiar de la noche a la mañana), sabemos seguro que sí ha existido una convivencia entre los ancestros de las aves rapaces, quizás los últimos animales de los tiempos de los dinosaurios, y los antiguos humanos.

A principios de este nuevo milenio se han encontrado restos óseos de nuestros antepasados con claros signos de haber sido atacados por enormes águilas en la actual Australia. En África también se han encontrado cráneos de monos y otros homínidos antecesores del hombre en lo que fueron nidos de enormes aves prehistóricas.

Se cree que probablemente estas águilas no tuvieran fuerza para levantar a un ejemplar de hombre adulto, pero si niños, como el caso del cráneo de Taung, encontrado en Sudáfrica. Este cráneo, que perteneció a un niño antepasado de los actuales hombres, tiene las marcas claras de haber sido atacado por un águila y, probablemente, alzado al vuelo hasta su nido.

En ocasiones la realidad supera a la imaginación de los más fantástico cineastas y acabamos descubriendo que lo que se imaginó como una terrorífica fantasía para el cine pudo no ser tan diferente de lo que en realidad se llegó a vivir, por supuesto con matices.

Los estudios más recientes indican que el ataque de estos grandes pájaros pudo ser bastante frecuente y que incluso pudo ser una de las diferentes causas que determinaron que el hombre comenzara a caminar erguido, ya que de este modo era una presa mucho menos visible desde el cielo.

Caminando encorvado, el hombre dejaba expuesta toda su espalda y su cabeza, mientras que en posición bípeda, tan solo su cráneo era objetivo de la gran vista de estas aves rapaces, dificultando el ser cazados.

Actualmente, las águilas continúan cazando monos de pequeño tamaño y ha sido mediante el estudio de las marcas aparecidas en estos cráneos modernos, que se ha llegado a las conclusiones expuestas en los estudios de Australia y del niño de Taung.

Una suerte que gracias a los cambios en el planeta, estas aves sean ahora mucho más pequeñas que sus antecesores.

Imagen cortesía de Luz Adriana Villa https://www.flickr.com/photos/luchilu/2809798528

Los ancestros de las rapaces: El Sinornithosaurio

Para conocer bien a las aves rapaces hay que comenzar por conocer a los dinosaurios que dieron origen a los animales que conocemos en la actualidad. Por eso, vamos a hacer a lo largo de los próximos artículos un pequeño resumen de cuáles fueron estas aves y sus costumbres hasta donde los científicos hayan podido desentrañar.
Un repaso por la época en la que los dinosaurios gobernaban la tierra y también en aquella en la que las aves del pasado convivieron con los primeros primates que dieron origen al hombre actual y las relaciones que mantenían entre ellos.

El Sinornithosaurio

Esta ave prehistórica se ha descubierto hace muy poco tiempo, fue a principios de este milenio, hace tan solo cinco o seis años, cuando fueron hallados en China los restos fósiles de un animal considerado un antecesor de las aves rapaces y también de las serpientes.

Sinornithosaurio quiere decir "pájaro lagarto chino" y su nombre ya hace referencia a sus peculiaridades. Vivió en la zona de la actual China hace 128 millones de años y su tamaño era similar al de un pavo.
Esta ave poseía una característica muy especial ya que tenía dientes con los que inoculaba veneno a sus presas, tal como hacen las serpientes con las que también se considera emparentada.
Su singularidad ha dejado perplejos a los científicos que han descubierto sus restos fósiles y que afirmaron en su momento no haber encontrado otro animal que se asemeje ni tener constancia de la existencia de nada similar.

Su modo de cazar

Por los estudios que se han realizado, se supone que su modo de cazar era muy rápido y efectivo siendo un depredador realmente cruel que encontró en el rico hábitat de los bosques chinos un campo de caza repleto de presas de pequeño tamaño.

Posiblemente acechara a sus víctimas desde las ramas bajas de los árboles o escondido tras los arbustos y, cuando las tenía situadas de espaldas, saltaba sobre ellas clavándoles los dientes en el cuello.
Una vez que soltaba el veneno, la presa quedaba totalmente inmovilizada, sin poder defenderse y sintiendo como era devorada todavía viva por este cazador.
Entre sus presas se supone que había otras aves de menor tamaño y pequeños dinosaurios y debía de ser uno de los animales más temidos en su época. Un ave que, pese a su pequeño tamaño comparándola con otros dinosaurios, poseía un arma realmente terrible.

GREFA y su trabajo a favor de las aves rapaces

Nos gustaría presentaros hoy el trabajo que desde hace ya varias décadas está llevando a cabo en nuestro país GREFA, Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat. Creada en 1981, en GREFA no se encargan tan solo de las aves rapaces, sino también de otros animales autóctonos en peligro de extinción.


Evidentemente, en esta página lo que más nos interesa es el tema de las aves rapaces y por eso vamos a destacar el importante trabajo que hacen con estos animales, sin desmerecer sus otras actividades.


Para empezar, queremos informar de que se va a celebrar el XIII Congreso Grupo Ibérico de Aguiluchos en el que se analizará la situación de estas aves en nuestro país.


Actividades que se llevan a cabo en GREFA


Enumerar todas las actividades que esta asociación no gubernamental está llevando a cabo sería demasiado extenso, así que hemos querido destacar las más llamativas:


-Reintroducción del buitre negro en los Pirineos: Este proyecto lleva ya varios años funcionando y se ha conseguido que varias parejas de estos animales hayan establecido su residencia en la zona tras haber desaparecido por completo de esta cordillera. La mayor recompensa llegó en el 2010 con el nacimiento del primer pollo de buitre.


-Recuperación integral de las poblaciones de águila-azor perdicera en España: Esta campaña se lleva a cabo en diferentes Comunidades tratando por un lado de reintroducir estas aves en sus hábitats y luchando también por preservar estos para que puedan vivir en libertad.


-Reintroducción del águila real en Orense. Concretamente en el Parque Natural del Xurés. Tras la reintroducción de los polluelos se ha llevado a cabo un seguimiento de los mismos para asegurarse de que continúan vivos y comprobar si se reproducen.


Hospital de fauna salvaje


Entre todas las actividades hemos querido destacar especialmente el hospital de fauna salvaje, un referente a nivel europeo e incluso mundial, en el que cada año se atienden a más de cuatro mil animales salvajes entre los que destacan las aves rapaces.


Este hospital no solo cuenta con la zona de recuperación para animales, sino también con un departamento de necropsias para averiguar las causas de las muertes de los animales y un laboratorio.


Es resaltable la gran labor de los voluntarios, licenciados en veterinaria que además de aportar una gran ayuda logran una sólida formación en un terreno en el que siempre son necesarios nuevos profesionales.


En la Web de GREFA puedes informarte de sus actividades, saber cómo apadrinar alguna de las aves rapaces que atienden y obtener información sobre cómo actuar si te encuentras con un ave rapaz herida.

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