¿Eres un ave rapaz y buscas trabajo?


Cada vez hay más puestos de trabajo disponibles para un ave rapaz trabajadora y dispuesta a ganarse el pan (o la carne) ejerciendo sus dotes innatos para espantar a otras aves. Y los expertos en entrenamiento de aves rapaces están de suerte, ya que ellos serán los que realmente firmen estos contratos.


El último trabajo aparecido en prensa es en Galicia y se busca contratar a un entrenador que tenga disponibles a cuatro aves rapaces, dos titulares de los puestos y dos en reserva, para la labor de espantar a las gaviotas en el vertedero de Sogama en Cerceda.


Las aves rapaces han demostrado ser muy efectivas y profesionales ejerciendo esta labor en otros vertederos y por eso se ha pensado en volver a recurrir a ellas para tratar de dar solución a un problema cada vez más grave.


Las gaviotas son aves que se alimentan prácticamente de cualquier resto y que son capaces de desplazarse muchos kilómetros mar adentro buscando este tipo de depósitos de residuos que para ellas constituyen una gran fuente de alimentos.


A causa de esto, en lugares en los que jamás se habría pensado ver a esta ave está comenzando a hacerse incluso normal divisarla. Incluso se han visto en vertederos cercanos a la ciudad de Madrid en pleno corazón de la península.


En el interior de Cataluña también es frecuente verlas y causan problemas al acudir a refrescarse a lagos de aguas tratadas para consumo humano. Aunque es habitual que a estas aguas acudan aves a lavarse y beber, el problema con las gaviotas es que llegan en cantidades tan elevadas que ponen en riesgo la salubridad de las aguas.


También ocurre que a menudo acaban haciendo que otros pájaros que sí deberían de estar en la zona, se vayan al sentirse amenazados. Esto puede causar cambios en el ecosistema o desplazar a especies autóctonas de la zona.


A esto se suma que acuden a los pueblos cercanos a los vertederos causando problemas de ruidos y de deterioro del mobiliario urbano y del patrimonio, especialmente con sus heces que son muy corrosivas.


Las aves rapaces son una manera muy ecológica de controlar a estos pájaros ya que los asustan, pero no les hacen ningún daño. Una vez que las gaviotas empiezan a notar que se trata de un ambiente hostil para ellas lo habitual es que muchas acaben por marcharse reduciéndose así la gran cantidad de ellas que hay en vertederos concretos.


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