Intoxicación por plomo en aves rapaces


Las aves rapaces, al igual que otros muchos animales, acusan desde hace varias décadas los efectos de la intoxicación por plomo. El plomo, altamente contaminante, se encuentra en los espacios naturales por culpa, como no, de la intervención del hombre. Estas son las formas más comunes en las que las aves rapaces se intoxican con el plomo:

 


-Ingiriéndolo a través de pequeñas plomadas que van unidas a anzuelos. Al pescar algunos animales que escaparon con el anzuelo y la plomada, las aves se comen estas. También las encuentran en cadáveres de peces de los que se alimentan.


-Los perdigones de caza están también fabricados en muchos casos en plomo. Al disparar a aves o a conejos, hay ocasiones en las que el animal escapa. Posteriormente este cae presa de las aves rapaces o mueren lejos de donde les dispararon, sirviendo de alimento para las mismas. En consecuencia, las aves devoran también los pequeños perdigones, pasando a formar parte de su cuerpo.


-Incluso las aves rapaces que conviven con el hombre están en riesgo de contaminación por plomo, ya que a veces este está presente en pinturas y recubrimientos de las jaulas y perchas en las que viven. Aunque por suerte cada vez es menos habitual encontrar jaulas pintadas con pinturas de plomo, todavía se pueden encontrar y se han dado casos de contaminación de esta manera.


¿Cómo actúa el plomo en el organismo?


Las aves rapaces son especialmente sensibles a la intoxicación por plomo, ya que los ácidos de su sistema digestivo son capaces de disolverlo, haciendo de esta manera que el metal pesado pase al organismo.


Mientras que un ser humano que se comiera un perdigón posiblemente lo eliminaría rápido y prácticamente completo, aves como los patos pueden tenerlos en el interior de su sistema digestivo varios días e incluso llegar a disolverlos por completo. En el caso de las rapaces, generalmente acaban eliminándolos, pero tras estar varias horas en su organismo y haber disuelto al menos parcialmente.


Al suceder esto, la cantidad de plomo que llega a su organismo es muy elevada y por tanto, sus efectos son mucho más importantes pudiendo incluso causar la muerte del animal. Los síntomas más frecuentes por envenenamiento por plomo son alteraciones nerviosas que pueden causar incluso la ceguera del ave, problemas digestivos que incluyen diarreas, vómitos y anorexia o alteraciones renales que pueden hacer que se vea sangre en la orina.


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