Más leyendas sobre rapaces


Ya hemos visto en otros artículos la relación entre aves rapaces y mitología y algunas leyendas que circulan sobre aves rapaces que pudieron existir en el pasado. Hoy vamos a volver a tratar este tema, comentando algunas leyendas sobre aves rapaces.


Águila

 


La poderosa vista de las águilas fue motivo de que muchos pueblos antiguos asociaran este pájaro con la clarividencia. Le otorgaron el poder de ver el futuro pero también de mirar al sol de frente.
Muchas divinidades se asociaron a la figura del águila, siendo las más conocidas las asociaciones de la mitología egipcia. Sin embargo, también se ha asociado esta ave a Jesucristo.
Este pájaro tiene como una de sus presas favoritas las serpientes, que el cristianismo siempre ha simbolizado al diablo y su maldad. El hecho de que el águila venza a la serpiente y la mate, se considera una alegoría del triunfo de Dios sobre el mal.


Búho y lechuza


Si las águilas eran el ave del sol por excelencia, las lechuzas y búhos eran las aves de la luna y de la noche. Es curioso como en este caso un mismo animal puede tener significados muy diferentes según cada cultura.
Para algunos pueblos, búhos y lechuzas eran animales mágicos, asociados a lo esotérico. Tenían el poder de ver el pasado (en ocasiones también el futuro) y eran los encargados de guardar los conocimientos ancestrales.
Mientras que para algunas culturas eran símbolos de la muerte y traían mala suerte, otros pensaban que eran capaces de proteger a los viajeros durante la noche, alertándolos de los peligros del camino.
Incluso algunos pueblos consideraban que eran animales que traían la buena suerte porque su ulular alejaba a los espíritus malignos que podían rondar la casa.


Gavilán


Esta leyenda es mucho más sencilla, no tiene que ver con dioses ni magos pero es cuánto menos muy curiosa. Atribuye a los gavilanes cualidades muy humanas.
Cuenta la leyenda que el gavilán, en las noches más frías del invierno, acostumbra a cazar un pequeño pájaro al caer la noche. Este pájaro lo lleva a su nido para que le de calor y de este modo, pase la noche más seguro y acomodado.
Al llegar la mañana, libera a su presa y deja que vuele. Si el pajarillo fuera hacia el norte, ese día el gavilán solo caza en la zona sur, para de este modo evitar matar por error al animal que le ha mantenido caliente durante la noche.


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